Llevo varios días, ahora sí, estudiando. Metido en mi cuarto leyendo y releyendo el proyecto y tomando notas. Intenté sacarle punta al lápiz con unas tijeras y me quedé sin lápiz, maldita sea. Tengo el examen mañana a las 10. Me pongo delante de los examinadores, les doy la mano, y hago una presentación de cinco minutos sobre el proyecto (el tema de la mía es “errores de nuestra investigación”). Durante un cuarto de hora te hacen preguntas variadas que has de esquivar lo mejor posible. Luego sales luego vuelves a entrar y te dicen la nota. Mi grado de nerviosismo es medio-alto.
Debido a la soledad en que se ha quedado Korallen, estan pasando pocas cosas. He terminado mi supermapa de Copenhague, que ocupa una pared casi entera (un metro de ancho por dos de alto), y estoy rezando porque no se caiga. Me he encontrado un sofá, una lámpara y una cajonera, pero las dos últimas las he dejado fuera porque no sé dónde ponerlas.
Hoy a las cuatro y media ya era de noche. Me comí un kebab y di un paseo por los campos alrededor de la universidad. Es increíble el poco ambiente que hay. Sólo me crucé con una pareja de corredores y un par de ciclistas. Cosa curiosa, encontré el sitio en el que está la estación meteorológica de RUC. Fui diciendo en voz alta mi presentación, y grabándola para calcular el tiempo que tardo y detectar posibles errores.
Hace un rato estaba en mi sofá leyendo “El Guardián entre el Centeno” (que aún no lo he terminado) cuando escuché muchas bocinas en la carretera. Un camión que llevaba un tubo metálico enorme estaba causando una caravana. Salí con mi chaquetón y me quedé mirando hasta que se resolvió el problema (creo que tuvo que pasar por medio de una rotonda o algo así).
Ahora voy a cenar con alguna gentecilla que queda aquí. Os dejo un video que ayer, en el colmo de la tristeza (y del aburrimiento) hicimos Michele y yo. Música: la Penguin Cafe; temperatura: 3º; humedad relativa: 97%.
p.d. Después del examen me pondré a hacer la maleta y a limpiar un poco la habitación, que está que da pena. No sé si escribiré blog o no. Luego me voy a Copenhague, paso la noche en el aeropuerto, y llego al aeropuerto de Málaga a las 10.40. El día 27 vuelvo a Dinamarca, y el 28 me voy a Kiruna a pasar nochevieja. Kiruna es un pueblo en Suecia, a 100 km al norte del círculo polar, donde siempre será de noche y donde hace tanto frío en la calle que dicen que no te puedes sonar la nariz porque los pelillos se congelan y te los puedes clavar (¡verídico!). Vuelvo a Roskilde el 3 de enero, y daré señales de vida en este infausto blog cuando se me hayan descongelado las extremidades. Blog en el que, a propósito, cada vez hay menos animación en lo que a comentarios se refiere, supongo que por hastío del personal.
Glædelig jul og godt nytår.