[Desde el cariño].
Carlos y Kepa fueron los primeros españoles que conocí en Korallen. Estudian en Madrid, y ya se conocían desde hace tiempo. Su estancia en Dinamarca es de sólo cuatro meses. Ambos tienen novia, muy a pesar de algunas erasmusas que quieren hacerles “cross the line”.
Su sentido del humor es satírico, cruel y muy divertido. Generalmente dicen lo que piensan, o sencillamente lo que más gracia haga, como “esta comida está malísima” o “no me estoy enterando de ni una palabra de lo que me está contando”. Cuando notan que algo se les va de las manos (generalmente en el transcurso de alguna fiesta) golpean las paredes con la palma de la mano abierta, con fuerza, como si quisieran destruírla. También es ésta su manera de llamar a la puerta, lo cual a veces sobresalta un poco a aquél a quien buscan.
Una de sus aficiones más notorias es clavar cuchillos de veinte centímetros de largo en las paredes de las habitaciones de la gente, especialmente en la de María. Otra afición es gastar bromas. Por ejemplo, apilar sillas y mesas sobre las puertas de las habitaciones (en la mía), soplar pimienta a los ojos de la gente o quemar la planta de los pies de alguien que duerme. Cabe decir que Kepa ya sufrió su reprimenda: unas personas anónimas pusieron colorante para la paella en el tubo de su ducha. Ahora es más rubio. Toda esta cadena de sucesos es la que se denomina Guerra de Korallen, que empezó oficialmente hace un par de lunes (siempre recordaré a Kepa diciéndome, muy serio, “la Guerra ha comenzado”).
Los días de la fiebre de bicicletas eran conocidos porque tenían muchísimas bicis; les habían costado bastantes coronas arreglarlas, y luego tuvieron problemas para amortizar los gastos. Otra anotación interesante es que Carlos viaja gratis con Iberia porque su padre trabajaba allí. (A propósito, el martes me compré el billete de vuelta para la navidad, y el miércoles la compañía aérea, Sterling, se declaró en bancarrota. Qué cosas).
Con ellos te puedes ir a dar paseos con la bici, a jugar al fútbol, de visita a Cristiania y de fiesta en cualquier momento. Si queréis conocerlos, tendréis más posibilidades de encontrarlos en la spanish kitchen que en la biblioteca. Y ahí estarán, dispuestos a sorprender (y quizás a ultrajar) a cualquier visitante que venga a Korallen.
- KEPA EN LA SPANISH KITCHEN -
- CARLOS (IZDA) Y MICHELE (DCHA) EL DÍA QUE FUIMOS A LA PLAYA -