sábado, 1 de noviembre de 2008

El miércoles en Amager

El miércoles fui a Copenhague. Michele llegaba de Italia a las dos de la tarde y yo iba a ir a recogerle al aeropuerto; pero decidí ir antes para recorrer los parques de la ciudad en bici. Me bajé en la estación central (gooooogle maps), y el primero fue el Ørsteds Parken, muy bonito; luego entré en el Botanisk Have, el jardín botánico. Después de recibir una reprimenda del guarda porque no se podía entrar en bici, me lo recorrí de arriba a abajo. Muchas plantas (una apreciación un tanto absurda, tratándose de un parque botánico). Hay un invernadero muy bonito con las paredes de cristal, y una temperatura de 20º (en el exterior hacía 5º) que lo hacía un sitio agradable, con la pega del empañamiento de gafas.
Se me hacía tarde. Atravesé todo el centro de Copenhague sorteando coches y camiones, crucé un par de puentes, y entré en Amager, donde está el aeropuerto. Amager es una isla al sur de Copenhague que también forma parte de la ciudad. Es un barrio algo más pobre, con tiendas baratas y panaderías de olores deliciosos.
Tras cuarenta minutos de bici, llegué al aeropuerto. Aparqué la bici en el parking y fui a recibir a Michele. Parecerá algo meloso decir esto, pero volver a pisar lo primero que pisé de Dinamarca, volver a ver lo primero que vi, me resultó bastante emocionante.
Llegó Michele, al que recibí con un cartel cutrísimo, hecho con una servilleta y un palo, en que ponía “MARCONI”, que es su apellido. Iba a comprar una bandera de Italia, y estuve en una tiendecilla viendo muchas; menos mal que no lo hice porque le iba a comprar la de Mexico.
Nos tomamos en el aeropuerto una cocacola gigante y un sandwich miserable, y luego Michele cogió el tren hacia la estación central de Copenhague, y yo fui a por mi bici. Mientras le quitaba el candado, me di cuenta de que entre las cientos de bicis de mi alrededor había muchísimas sin candado. Hay que ver cómo es el ser humano, o cómo soy yo, que incluso teniendo bici tuve la necesidad imperante de coger alguna. Mientras atravesaba Amager de vuelta tuve por fin una iluminación: cogeré una bici y la dejaré en Copenhague. Así tendré dos bicis, una en Roskilde y otra en Copenhague, y así me ahorraré las 24 coronas que cuesta llevarla en el tren.

Me reencontré con Michele. Mientras esperábamos a Rocío nos dimos una ronda por el parking de bicis de la estación central, y cuando llegó Rocío se nos ocurrió la genial idea de ir andando a la sirenita, que está en el quinto pino.
Llegamos de noche, hastiados y cansadísimos, después de haber visto un museo de esculturas horribles y de comer manzanas en un bar pijillo frente a un canal; nos hicimos un par de fotos abusando de la lille havfrue, y luego de vuelta a la estación central. Cenamos en un mejicano muy bueno en Strøget, cuya carta tenía los nombres de los platos en español (taco, tortilla, fajita), y al lado su transcripción fonética en danés, lo cual era bastante curioso (takå, tårtija, faheeta).
La gente tenía pensado salir en Copenhague, pero yo, que llevaba todo el día de la ceca a la meca, les mandé a tomar viento y volví a Korallen. Estuve un largo rato charlando con Dalia, que es una amiga iraquí a la que quiero muchísimo, y me fui a dormir.

p.d. El resto de la semana transcurrió entre la biblioteca, la cantina y los futbolines. El jueves, karaoke en Roskilde. Sorprendentemente, no he caído afónico. El viernes, oséase ayer, Halloween en Korallen. Muchos disfraces que daban miedo, y muchas situaciones que daban miedo también. Me acosté siendo ya de día, haciendo fuera dos grados bajo cero y estando todo el paisaje blanco por el hielo.

4 comentarios:

Felia dijo...

he de decir que el simple echo d que michelle se apedille marconi se merece que le dediques un post entero a el solito, a que si macarroni?

Miguel dijo...

que joputi el richi, grabando vídeos en primera persona,no te empiques (m antes de p y b) que en una de esas grabas un vídeo pa impactos tv.
que es eso de una irakí a la que quiero mucho??
mucho en p'lan de amigos, mucho en plan lascivo, etc??

Eleuterio Sánchez dijo...

Joer el Rixal, vaya birguería de vídeo que se marca el colega!El tío hasta mira a cámara, ké valor!. Ten cuidadín, Rixi, y como dice macarroni, no te empiques, iyo, no te empiques, que es peor.
No te preocupes, Miguel quel Rixi ya ha iniciado la galería de personajes, aunque yo creo que el mú mamón dejará los flagrantes casos de Picatoust, de la mentora madre de sus hijos y de la irakí queridísima pal final.
En cuanto a la posdata: Ké descarao, Reehy, ya no ocultas ná de ná el panorama erasmil en Korallen. A la próxima me chivo al Chaves (chivo chaves(?)), y os vais a cagar vivos tós los eramus de los güebos: fumbolín, karaoke, cantina... no creas que os salva la alusión a la biblioteca, todos sabemos lo que haceis allí. Vaya panorama, iyo, baya panorama.

Eleuterio Sánchez dijo...

Melosín, que eres un melosín.