domingo, 23 de noviembre de 2008

Blanca, bonita y fría

Por fin. Ha llegado algo que todos llevábamos tiempo esperando: la nieve. Mientras escribo miro por la ventana, y si no fuera de noche y lo viera todo negrísimo, vería el campo todo cubierto de blanco.

El viernes por la mañana estaba en una reunión del proyecto en el Diamante Negro de Copenhague. A mediodía salí a tomar aire y vi cómo caían los primeros copos, finísimos, que desaparecían al tocar el suelo. Fue emocionante porque llevaba la semana entera esperando ese momento, mas esa nievecilla absurda no me acababa de convencer.
Más tarde me di una vuelta con Blai por los alrededores del aeropuerto, en busca de sitios para echar fotos interesantes a los aviones; y por la noche fuimos a un cine comodísimo a ver “Vicky Cristina Barcelona” por la dolorosa suma de 75 croner. Y cuando salimos de la sala... todo estaba nevado. Las mesas de los bares, las bicis, los bancos, las fuentes. Inmediatamente nos pusimos a hacer bolas y tirárnoslas. En este plan de hacer el indio recorrimos casi toda Strøget en dirección a la estación de Nørreport, donde cogí el tren hacia Trekroner. Para entonces volvía a nevar con fuerza, y el viaje en tren, viendo la nieve caer y cubrirlo absolutamente todo, fue una gozada.
Al llegar a Korallen había una Roman Party (no “Fiesta de Román” sino “Fiesta romana”). Me disfracé con una túnica, una espada de cartón y unas chanclas. Por supuesto, la Roman Party acabó convertida en una Snow Party en toda regla. Kilos y kilos de nieve fueron transportados desde el exterior hasta el interior de Korallen. Las cocinas y los pasillos, inundados (y a la mañana siguiente, asquerosos). Continuamos la guerra de nieve en el jardín de Korallen. Irene perdió sus llaves y las encontramos. Sobre las cinco de la mañana Christy terminó su segundo muñeco de nieve (el primero fue decapitado por algún gamberro mientras Christy buscaba una zanahoria para ponérsela de nariz). Nos fuimos a dormir exhaustos y felices, y alguno que otro incubando una pulmonía.
Ayer transcurrió tranquilamente. Me di un paseo por Trekroner enfundado en mi superabrigo nuevo. El sol brillaba, el paisaje estaba blanco y el lago pequeño, helado. Un par de veces estuve a punto de romperme la cabeza por el hielo. Pasé el día en Korallen, disfrutando del calorcito y mirando por la ventana porque cada hora que pasaba el aspecto del paisaje nevado cambiaba.
Hoy se me metió entre ceja y ceja ir de nuevo a Greve en bici, para ver si la playa estaba nevada, y para desintoxicarme de esta residencia maldita. Engatusé a Josema, Rocío y Pasquale, y a las una emprendimos el camino. El cielo se presentaba amigable y los cero grados no parecían tales. La playa, efectivamente, estaba nevada. Le pedimos a unos daneses que nos echaran unas fotos, nos tomamos unos cacahuetes y yo me lavé la cara en el mar. Sin dilación emprendimos el camino de vuelta, porque queríamos hacerlo de día para ir más relajados.
Infelices. Cayó sobre nosotros una nevada de mil demonios. La noche precoz nos sorprendió antes de llegar a Roskilde. El camino estaba totalmente cubierto de nieve. No se distinguía el carril bici de la carretera. Salpicaban los coches. Gafas empapadas. Sin farolas. Patinazos en el hielo, frenos inutilizados. Y, a pesar de lo pesadilloso, íbamos contentos; porque era una aventura increíble.
Llegamos agotados a Korallen. Ducha, lentejas, chocolante caliente. Ahora se ha organizado un concurso de muñecos de nieve, pero el plan no me acaba de convencer. He tragado suficiente nieve por hoy. Lo miraré por la ventana mientras me como unas galletas que se están cocinando por ahí.
Y mañana a las 16.10 cojo un avión hacia Estocolmo. Ya os contaré. Adiós.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

uaaaa!!! la playa nevada!!
eso tiene q ser una pasada!!
xikillo no te laves la cara con el agua del mar tan freskiiisima..q con razón te resfrias...!!!!

un beso pelusón___Ana

Eleuterio Sánchez dijo...

Oye, el que yebas en la foto de la playa es tu abrigo nuevo? ¿donde lo compraste? Pa variar, te han vuelto a dar gato por liebre, iyo.
Nada que comentar sobre la fiesta romana.
Nada que comentar sobre el "mas esa nievecilla...", en lugar del "pero esa nievecilla..." de toda la vida.
Nada que comentar sobre la foto de la ventanita con el flexo. A ver si te te ocurre alguna otra perspectiva, joler, ke ya tenemos al flexo mu visto.
Nada que comentar sobre tu viaje a Estocolmo, mamón. Sólo que estoy verde de envidia.
Ah, y sé quién fue el gamberro decapitador.
Y tú mejor que yo, Rixal, so judas.

Miguel dijo...

pos claro que sabemos quien fue el gamberro, pos.......Blai

Miguel dijo...

COOOOOOOOOOOOMO se nota que el eleuterio es profesor, que casi no tiene tiempo de tanto preparar clases, que está to-estresao con tanto trabajo y tan poco relax, COOOOOOOOOOOOMO se nota, ya que el nada que cooooomentar se le queda corto, muuuuuu corto al joputa.
Prosigo yo: NADA QUE COMENTAR SOBRE:
-"llevaba la semana entera esperando ese momento"...falta: sin jacer ni er guevo
-Roman Party, sería roman's party si fuera habio sio de roman, Igual que Cofee's party no es la fiesta del café, sino el cumpleaños de la china-cafecitos.
-(el día de ) ayer...
-se me metio ceja&ceja...¿el què?, acaso un cigüeñino de esos que crías en el nío de tu pelo?, acaso una galleta de chocolate de fiestas pasadas??,etc (felia y eleuterio, ana, etc podrían ampliar el acaso, MAS no se si querrán los mu mamones)
-duchas lentejas chocolate... ---en algunos párrafos de este post me ha parecido estar leyendo a escritores como eduardo mendoza,arturo pérez reverte,félix rodriguez de la fuente, etc

he dicho

Eleuterio Sánchez dijo...

Di que sí, macarroni, cooni, que a mí me pasa lo mismo, que los pos del rixi son una mezcla de mendoza y los documentales de la dos, pero en cutre.
Menos mal que no les pone música, que si no estaríamos tol puto día escuchando al maikolfil ese.
(mejor no le damos ideas, iyo, ke es que es lo que nos faltaba)