miércoles, 17 de septiembre de 2008

Violencia en Korallen

Ha tenido lugar un violento incidente en Korallen. Más concretamente, en mi habitación. Estaba haciendo mi cama cuando, al separarla de la pared para remeter la sábana, encontré en la esquina un arácnido. En el plano he señalado dónde estaba exactamente, y adjunto también una foto del monstruo. Por un momento pensé en salvarle la vida, pero deseché la idea tan rápido como vino. La araña estaba demasiado lejos de las puertas como para intentar echarla. También deseché (aunque llegué a planteármelo) llamar a alguno de mis compañeros para acabar con ella. No, no era plan de destruir tan pronto mi reputación en Korallen.
Soplé para ver si el bicho estaba vivo. Sí, lo estaba. Podría aplastarlo con la zapatilla, pero la araña estaba demasiado en la esquina; quizás no la alcanzaría y ella aprovecharía para escalar por mi pierna o, peor aún, para abrir un agujero con sus quelíceros en la zapatilla y pasar al interior.
La araña empezó a moverse en dirección a un escondrijo entre dos maderas. No podía permitir que se escondiera, pues entonces pondría sus huevos o, sencillamente, esperaría a que el sueño me venciese para atacarme. Miré a mi alrededor. La escoba. Podría aplastarla con la escoba. El problema es que a lo mejor ella se filtraría por entre las cerdas, y no moriría sino que sólo se cabrearía. Entonces tuve un momento de lucidez. Desatornillé el palo de la escoba y la aplasté con uno de los extremos (alguien dirá que podría haberla aplastado con cualquier otra cosa, yo qué sé, un bolígrafo, el diccionario español-danés, la moleskine; pero sólo el palo de la escoba me daba la suficiente distancia como para preservar mi seguridad).
Maté al arácnido, y luego lo eché a la bolsa de basura de mi cuarto. Me quedé pensativo, el cerebro dividido. Por una parte, los remordimientos de rigor; por otra, no podía dejar de pensar que a lo mejor la japuta todavía estaba viva. Por si acaso, tiré la basura al contenedor (además, ya iba siendo hora).
Este violento altercado me ha dejado en un estado de shock transitorio que, por su condición de transitorio, ya se me ha pasado.

5 comentarios:

Felia dijo...

y no pensaste que tal vez la japuta ya había puesto miles y miles, milones, quizás trillones de huevos por toda tu habitación, e incluso en todos tus calsonsillos?


y no pensaste que tal vez era descendiente de ELLAlaraña?

Anónimo dijo...

iyo!! que estoy aqui con baquero en el colegio y dice que estas mas colgado que un paraguas en verano. Saludos de los dos, y que ya te escribirá. Gumer

aladan dijo...

Illo, gracias por hacerme pasar un momento tan divertido. Lo que he podido reirme con la historia de la aragna (no tngo egne, jeje). Siento atormentarte, pero es verdad que los huevos puedes estar incubandose ya, jeje. Ya estoy en UK, pero no tngo casa aun, y estoy un poco desquiciadooooooooooo!!! Ya te ire contando. Saludos

Eleuterio Sánchez dijo...

Memorable, Rikardo, sencillamente memorable, una auténtica joya lo de hoy. Lo mejor, las dos primeras frases y el último parrafillo. Sólo una puntualización: he de decirte que tu subsconsciente (tendrás, ¿no?) te ha jugado una mala pasada, me explico:
Matala, machucala, quítale sus miembros uno a uno,, arrancale los quelíceros y cuelgalos de la pared cual digno trofeo de caza, hazte un picadillo para el gazpacho con sus restos... lo que quieras, Reehy, pero por Dios te lo pido,...
¡¡Con la Moleskine no, Rikardo, por lo que mas quieras, nunca con la Moleskine!!
Yo en tu lugar pediría cambio de habitación, ahí han quedado miasmas arácnidas para una temporada larga, mínimo veinte o treinta años.

j dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.