sábado, 7 de marzo de 2009

Ultimo dia en Berlin

Ayer amanecio, por primera vez, lloviendo. Nos tomamos el fastuoso desayuno que proporciona por 4 euros el hotel Amadeus, y cogimos el metro hacia el Museo Tecnologico Aleman, previa compra de un billete.
Le preguntamos a una chica que donde estaba el museo. "Seguid los letreros", nos dijo, indicandonos un cartel enorme con el nombre del museo y una flecha. Los seguimos y entramos al museo.
Al principio solo teniamos pensado ver una exposicion temporal sobre las matematicas, pero acabamos viendo muchas mas cosas, porque el museo era realmente bueno. La parte de las matematicas tenia mucha informacion y experiencias muy chulas (en relacion al azar y a las proporciones aritmeticas); luego vimos una exposicion enorme de aviones, barcos y trenes antiguos, y por ultimo una parte con la historia del cine y la fotografia. Todo con piezas autenticas, y algunas muy antiguas (como curiosidad, tenian expuesto un modelo identico a la primera camara de video de la casa, la que yo desmonte).
Como digo, un buen museo, aunque al final solo habiamos sobrevivido Fer y yo. Bajamos a la Alexanderplatz y comimos en un chino. Teniamos pensado ir a ver el tramo de muro mas largo que se conserva, pero la linea de metro que nos dejaba mas cerca estaba en obras, asi que decidimos ir al hotel a echarnos una siestecita.
La siestecita acabo durando tres horas y media. Totalmente resitutidos (faltaria mas), nos reunimos con los demas en un bar no muy cutre. Alli, por ocho euros, asistimos a un concierto de pop-punk de un grupo que se llama Frey Gang, con un bateria casi en cueros, una cantante de voz cascada y el tipo de la pandereta muy metido en sus papel. El concierto no estuvo nada mal, y estuvimos dando brincos hasta que se acabo. Charlamos un rato con un aleman que no tenia ni idea de ingles, y cuando el techo empezo a gotear sudor nos marchamos. Buscamos infructuosamente otro tugurio, pero habia un cansancio generalizado, y nos volvimos al Amadeus a dormir, previa ingesta de un falafel.
Ahora acabamos de desayunar (bocadillo de queso, pepino, tomate y jamon; taza de cereales, tostada con miel, zumo de naranja y cafe). A las 13.40 sale nuestro vuelo. Esperemos que todo vaya sin contratiempos y que la vuelta al korral no sea muy traumatica. Me da pena. No volvere a escribir desde este teclado que no tiene ni la letra distintiva de nuestra lengua ni las tildes; pero que en cambio tiene teclas propias para Ö, Ü, Ä y ß; y que tiene cambiadas la Z y la Y. Adios Berlin.

No hay comentarios: