martes, 14 de octubre de 2008

En busca de la aurora boreal (parte 2 de 4)

El viernes despertamos con las columnas vertebrales doloridas, pero descansados. Nos despedimos del Chesco y bajamos al centro de Oslo a tomar un café. Llovía, y la parte de la ciudad que vimos era bastante sosa. Nos tomamos el maldito café (maldito porque era tremendamente caro) y cogimos el coche en dirección a Trondheim.

Salir de Oslo fue una pesadilla. Estuvimos dos horas por las circunvalaciones, entrando, saliendo, preguntando en gasolineras, perdiéndonos por caminos sin final, under the bridge, etcétera. Sólo sabíamos que teníamos que tomar la E6 (carretera nacional, se acabaron las autopistas). Para más inri, gente a la que preguntamos nos dijo que ir a Trondheim era una locura, que ni se nos ocurriera ir allí.
Tras esas dos horas infernales (Irene las sufrió al volante, y merece un aplauso por ello), sobre las 17.30 conseguimos encontrar la carretera hacia Trondheim. Paramos junto a un lago para tomar un poco de cuscús, y seguimos adelante.
Se nos hizo de noche muy pronto, por lo que apenas sí pudimos apreciar el paisaje noruego. Oslo es muy montañosa, rodeada de bosques, y con salida a un fiordo. Y toda Noruega nos pareció así: muchas montañas, muchos lagos (y de muchos kilómetros), muchos bosques... una pena que fuese noche cerrada y que todo esto tuviéramos que intuírlo. Al principio había muchos pueblos y ciudades junto a los lagos (las más importantes Hamar y Lillehamar); luego la cosa se desertizó bastante.
La carretera era muy cómoda, con la excepción de que no sabíamos exactamente cómo llevar las luces; y además había muchísimos camiones que conducían como locos y nos echaban las largas por motivos desconocidos. En una gasolinera perdimos el balón de fútbol, como hizo notar Fer minutos después. Contábamos chistes (algunos muy malos), escuchábamos música, comíamos chilinoters. El paisaje montañoso cambió por una extensión enorme y negra; y en las montañas del horizonte podíamos ver nieve. Después, montañas de nuevo; y finalmente, a las 2 de la mañana, llegamos a Trondheim.
Habíamos pedido habitación en un albergue. Claro está, nos perdimos en Trondheim. Por suerte, había mucha gente de fiesta en la calle, y les preguntamos a unos que llevaban un kebab enorme y con una pinta deliciosa. Llegamos con gran júbilo al albergue. Aparcamos el coche en el parking frente a éste. Llamamos como locos a la puerta. Apareció la recepcionista con un cabreo excepcional diciendo que qué horas eran esas. Nos acomodamos en el coche dispuestos a pasar la noche dentro del vehículo.

8 comentarios:

Miguel dijo...

Perdona Ricardo, has olvidado mencionar la paliza que dísteis al del kebap de tronjeim para quitarle y comeros entre todos el kebap.

Felia dijo...

qonita foto guajaja

Felia dijo...

donde pone qonita quise decir: gonita, no confundir con bonita

Blai dijo...

Este ya me ha gustado más!!! La foto en sí ya es un poco atrevida, así que tienes mi aprovación!

Un abrazo my friend!!

Eleuterio Sánchez dijo...

Una de dos: O la foto es a coche parado, lo más probable, o os la hizo el tipo del kebap, con el que se supone cierto grado de confraternización tras el asunto poco aclarado de la paliza.
Otra: en Noruega son obligatorias las luces de cruce a todas horas. Con razón os echaba las luces el camionero. Dad gracias de que no os pusieran un multazo de coone, como os merecíais.
La última: de noche, todos los gatos son pardos. A los hechos me remito.

Eleuterio Sánchez dijo...

Bueno, y del asunto de salir de viaje a buscar la aurora boreal,como el que sale a buscar champiñones despues de llover, ¿qué me decís? Esta sí que es grande, Reehy,esta sí que es de aurora boreal, iyo.

Ricardo dijo...

Joler, eleuterio, de hecho, sabíamos lo de las luces, y als llevábamos encendidas todo el rato. Aún así, los camiones (y sólo los camiones) nos echaban las largas los joput. Creemos que a lo mejor es una especie de saludo, porque había muchos trechos en mitad de la noche sin tráfico, sólo el tráiler de turno.
corto y cambio

Felia dijo...

sería que los que iban en los camiones también tenian curiosidad por ver qué les rodeaba. vosotros suponíais que eran mkontañas, pero... quién sabe? a lo mejor eran feos acampados llenos de contenedores de mákinas y ordenadores viejos y maltrechos??

creo que era eso; lo siento, ricardo, pero por muy gÜeno que fuera o fuese vuestro coche los camiones tienen más potencia en las luces... y alomejor ellos, como hubiera o hubiese hecho reehy si hubieran o hubiesen tenido luces en condisione, estaban guscando algun ordenata xaxi o, kien sabe, algun kebap...

lo dicho