- BLANCA, CARLOS, EVA, MICHELE, PAULA Y YO -
Climatología: los días se van haciendo más largos. Cada vez sale más el sol, aunque también está lloviendo más. Ayer incluso nevó un poquito, justo en el momento álgido de la despedida. Hace mucho viento. Temperatura actual: 2,8 ºC; viento: 7 m/s NE.
Hay cierta polémica en Korallen. Normalmente, si alguna cocina está muy sucia, nos avisan de que debemos limpiarlas o tendremos que pagar. El caso es que nos han subido la renta muchísimo y pone que es por motivos de limpieza; pero ni nos avisaron ni han limpiado las cocinas, por lo que no vamos a pagar. Además, se comenta que van a poner candados en las puertas de todas las cocinas, y que van a prohibir algunas fiestas. Para colmo, el otro día vinieron unos pintores a pintar una pared, rompiendo todos los adornos que había colgados. No sabemos cómo se solucionarán estos conflictos. El Comité de Korallen (¡existe!) se reunirá con algún jefe importante, a ver qué se hace. Y si no, nos sublevaremos e iremos a las barricadas. La vuelta de tuerca definitiva en Korallen.
Hace unos días fui con Hugo y Colin a dar una vuelta por Trekroner y me llevaron a Munksøgård, un pueblecillo muy curioso. Es una comunidad ecológica, es decir, gente que vive de una forma respetuosa con la naturaleza: energía solar, cultivos sin químicos, hacen abono con sus desperdicios... además, tienen reuniones comunitarias para hablar de temas generales, crían a los niños todos juntos... qué tíos, macho. Tienen una verdulería muy pequeñita, cosa que me alegra mucho porque en el supermercado las cosas son caras y malas. El verdulero, mu buena gente, nos regaló unas mandarinas.
- YO ECHÉ LA FOTO -
Éramos siete, y estuvimos cambiando de instrumento, inventándonos melodías, recitando canciones... descubrí la faceta oculta de Pasquale con la batería y la guitarra eléctrica. Fer tampoco le daba nada mal. Yo le daba fatal, pero al menos eché un rato muy divertido. Canté, bailé, derramé una cerveza sobre la moqueta... fue genial. Un poco de alegría después de tanta congoja.
Ahora estoy haciendo la mochila, porque esta noche cojo el avión a Berlín. Estaré una semana sin escribir nada, luego volveré con fuerzas renovadas. Espero que perdonéis mi poca frecuencia, pero es que a veces no hay nada que contar...
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